La Asociación de Familiares de
Presos y Desaparecidos Saharauis
(AFAPREDESA) deplora y condena enérgicamente la deportación de los detenidos
saharauis del grupo Geidem Izik a diferentes cárceles marroquíes.
Las
autoridades de ocupación marroquíes han trasladado, el 16 de septiembre de
2017, los presos políticos de Gdeim Izik de la prisión Laaraijat cerca de la
ciudad de Salé, a 6 cárceles marroquíes, mientras que el preso político Naama
Asfarir fue mantenido en la misma prisión de Laaraijat . Según las
informaciones recogidas por la Asociación de Familiares de Presos y Desaparecidos Saharauis (AFAPREDESA), 18
presos políticos saharauis han sido llevados a las siguientes cárceles:
Prisión de
Kenitra:
Ahmed Sbai
Abdellah Lekhfouni
Bachir Boutenguiza
Abahah Abdellah
Zawi Houssein
Boureal Mohammed
Prisión de Tefilt 2:
Brahim Ismaili
Haddi Mohamed
Lamin
Hassan Dah
Khada Bachir
Cheikh Banka
Prisión de Ait Melloul:
Lemjaid Sidi Ahmed
Mohamed Embarak
Lefikir
Mohamed Bani
Mohammed Tahlil (Fue llevado a
la cárcel de Bouzakaren ante de ser llevado a Ait Melloul)
Prisión Tifilt 1:
Khounna Babait
Abdellah Toubali
Prisión
Oukacha en Casablanca:
Abdeljalil
Laaroussi
La monarquía marroquí
ha elegido, una vez más actuar durante la oscuridad, para llevar a cabo su hazaña, sin previo aviso a los presos saharauis, a sus
familias y a sus abogados. La decisión se produce en vísperas de la visita al
Comité contra la Tortura de las Naciones Unidas, lo que confirma el pánico y
las tergiversaciones frente la verdad y la justicia de la causa de e los detenidos de Gdeim Izik. Cabe recordar
que dicho Comité había condenado el Reino de Marruecos, el pasado 12 de
diciembre de 2016, por la tortura infligida
a Naama Asfari. El Comité exigió de
Marruecos compensar a la víctima y poner fin a las intimidaciones sufridas por
su esposa Claude Maungin quien sigue impedida de visitar a su marido desde más
de un año. El comité de la ONU de Marruecos también exigió procesar a los
implicados en la tortura de Naama Asfari. Todo lo contrario, el régimen
marroquí sigue atentando contra su dignidad y la de sus familiares, en
violación de las normas y convenios internacionales de derechos humanos y del derecho internacional humanitario.
La política de represión y fabricación de falsedades,
que impone la monarquía, deja al descubierto día tras día, ante el pueblo
marroquí y la comunidad internacional la falacia del estado de derecho y de
respeto de las libertades fundamentales, de la que intenta presumir.
Con su intransigencia y su política de
persistencia de quebrantar los convenios
y tratados de derechos humanos así como el Derecho Internacional Humanitario,
el reino de marruecos desollé las
constantes y repetidos llamamientos así como repulsas internacionales. Lo que
está causando prejuicios al propio pueblo marroquí. Y no muy lejos están los
hechos de Huseima, la causa de Mohsen Fikri y los presos del movimiento del
Rif. Todo ello, demuestra el carácter
opresivo del régimen marroquí y sus métodos teatrales invitando falsas
acusaciones, intentado convertir la víctima en criminal y los responsables de
violaciones en víctimas defendiendo el orden público.
Han pasado más de siete años, durante los
cuales los presos políticos saharauis fueron juzgados por un tribunal militar y
posteriormente por un tribunal civil a duras penas de entre 20 años de cárcel y
la cadena perpetúa. Ambos procesos contaron con la complicidad de jueces, de
agentes de seguridad y oficiales del ejército afines al régimen para falsear
hechos crear acusaciones inexistentes, violando así los convenios
internacionales y las propias leyes marroquíes. En un intento desesperado para hacer creer en
un juicio justo, la “justicia” marroquí se basó sobre las declaraciones de los
presos obtenidas bajo la tortura y los falsos testigos quienes aparecieron “milagrosamente”
7 años después de los hechos. Todo ello para desprestigiar a los
activistas y defensores de derechos humanos saharauis que reclaman, de manera
pacífica, el derecho a la
autodeterminación de los pueblos y el respeto de derechos humanos.
En transcurso de toda esta periodo, no ha habido
ninguna señal de recapacitación por parte del ocupante marroquí. No hubo
investigación alguna sobre las verdaderas víctimas durante la matanza de GDEIM
IZIK, ni sobre las 4 víctimas mortales, entre ellas un niño Nayem El Garhi de
14 años, ni los cientos de saharauis detenidos y torturados durante la
intervención violenta marroquí. Solo el ocupante marroquí asume la plena
responsabilidad de los hechos acaecidos
durante los sangrientos sucesos de Gdeim Izik y
sus consecuencias: asesinatos, torturas, detenciones arbitrarias y
procesos injustos. AFAPRADESA lamenta
profundamente el seguidismo de la “justicia” marroquí bajo órdenes del majzén lo que demuestra la
dependencia del poder judicial marroquí.
El sumarísimo
traslado de los presos de GDEIM IZIK es, sin duda, un paso más de la cadena de
irregularidades que marcaron el proceso de Gdeim Izik. Siete años de detención arbitraria,
torturas y de represarías familiares. Lo que además constituye una flagrante violación de la IV Convención de Ginebra de
1948, que estipula claramente la prohibición de la deportación de cualquier
preso de cualquier territorio ocupado.
AFAPREDESA condena enérgicamente el traslado
de los presos políticos saharauis, que han sido repartidos entre seis prisiones
marroquíes y exige su liberación inmediata e incondicional.
AFAPREDESA
exhorta la ONU, UE, UA y todas las
instituciones internacionales de derechos humanos a una rápida
movilización para poner fin a esta farsa
que dura desde más de 7 años. Urge que ejerzan las presiones pertinentes contra el reino de Marruecos para la liberación de los presos de GDEIM
IZIK y todos los presos políticos saharauis
ilegalmente detenidos en las cárceles de marruecos.
AFAPREDESA
lanza un llamamiento a las organizaciones de derechos y a todas las personas
libres del hermano pueblo marroquí de
solidarizarse y estar al lado de los presos políticos saharauis, en consonancia
con sus valores y sus principios sagrados, muy particularmente en cuando a la
libertad de expresión y de respeto de los derechos humanos.
AFAPREDESA
expresa su solidaridad y su apoyo a los presos políticos saharauis y sus
familias y seguirá obrando incansablemente para su libertad.
Campamentos de refugiados saharauis, a 20
de septiembre de 2017
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